Ser docente durante una pandemia
La profesora de matemática Sixta Póstigo, quien es parte del Programa de Seguimiento Docente, hace clases desde 1967 y lleva 24 años como docente en el Liceo Técnico Clelia Clavel Dinator, de Santiago centro. Este establecimiento de mujeres, según su descripción, atiende a alumnas “de sectores populares bien deprimidos, económica y familiarmente. Con gravísimos problemas familiares que hacen que uno piense: hay que sacarse el sombrero porque estas niñas sigan estudiando”.
De las más de 300 estudiantes de tercero y cuarto medio que son sus alumnas, Sixta comenta que, durante este periodo de cuarentena, aproximadamente el 40% ha enviado los trabajos. Para mantenerse en contacto, la profesora Sixta usa Instagram, WhatsApp, mail y, desde ahora, su colegio también usa Classroom. Sin embargo, “hay algunas que no tienen computador, ni correo, ni nada. Hay estudiantes que sólo tienen WhatsApp”, reconoce.
¿Cuáles son las prioridades de sus estudiantes?
Para ellas la prioridad es tener el colegio como un espacio para relajarse y estar tranquilas. Cuando sienten cariño y que uno está para ellas, ellas cambian de actitud y logro convencerlas de que tener una buena educación es la mejor manera de salir de las situaciones que están viviendo.
¿Cómo les ha afectado la cuarentena?
En este momento hay varias alumnas no han entregado sus trabajos. Una de las cosas que más siento es que están preocupadas y necesitan las clases presenciales. A cada rato me llaman o me preguntan por Instagram. Yo trato por todos los medios de que ellas auto-aprendan. Entre lo positivo es que han sido más autónomas.
¿Cuáles son los principales desafíos de enseñar a distancia?
Ha sido muy complicado, en la sala reviso el trabajo a dos o tres chiquillas y ellas revisan a las demás. Ahora tengo que revisar todos los ejercicios, por eso ahora uso guías más acotadas. Me he tenido que ir adaptando…no cuesta tanto, pero tengo que romper el miedo de si lo hice bien o lo hice mal.
Desde su experiencia como pedagoga ¿Qué es lo esencial para enseñar a los estudiantes en momentos como éste?
Lo esencial es que las estudiantes aprendan por sí mismas y que vayan tomando decisiones adecuadas, con conocimiento de causa. Me interesa que aprendan a decidir bien. El aprender a aprender para mí no es una frase cliché. Yo les voy haciendo preguntas y las guío para que ellas busquen las respuestas. Que ellas se den cuenta que son mucho más inteligentes de lo que creen ¡Y por Dios que son capaces!
La vida me ha enseñado que lo primero que tengo que hacer es relacionarme con mis chiquillas. Creo que ninguna metodología es buena si no va acompañada de un “yo creo en ti y sé que vas a salir adelante”. Me gusta el trabajo con las chiquillas y moldear su corazón, más allá de lo intelectual. Eso me ha servido para que aprendan, incluidas las que dicen que son malas para las matemáticas.